EQUIDAD Y JUSTICIA son los términos apropiados para describir la cruzada del Presidente Rafael Correa contra los privilegios de los jerarcas de las Fuerzas Armadas.
Para muestra un botón:
– Con la actual Ley de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas, un general puede recibir un bono de cesantía de 200 mil dólares, y una jubilación de 5 mil dólares para el resto de su vida, esto con veinte años de servicio activo.
– Del otro lado está el pueblo llano. La pensión promedio de un afiliado es de 546 dólares, con 30 años de servicio, y al menos 65 años de edad cumplidos. Esto crea una abismal diferencia en la sociedad, con ciudadanos de primera y segunda categoría.
– Superando las funciones específicas, ¿acaso aquel general privilegado solo por el hecho de usar botas y camuflaje no es tan ser humano como un obrero, un ama de casa, un trabajador? Todos merecemos el mismo trato; Todos debemos satisfacer las más básicas necesidades; Todos merecemos vivir con dignidad. Como dice el Presidente Correa: “Todos somos la columna vertebral de la Patria”.
– Y eso no es todo. El colmo de la inmortalidad la encarna un tal capitán Ortega quien dice sentirse ofendido, entre otras cosas, porque la Comisión de la Verdad develó lo que mucha gente ya sabía desde los años 80: que con el uso de las armas, unos cuantos militares y policías cumplieron la consigna de torturar y desaparecer civiles solo por hecho de pensar diferente. Uniformados que además gozaron del encubrimiento de ministros y del propio presidente León Febres Cordero.
Esta no es una pelea del Presidente contra los militares (aunque la burguesía así quiera tratarlo). En lo que a mí respecta seguiré saliendo a la calle a luchar para seguir construyendo justicia y equidad en el Ecuador!
Por: Andrés Sotomayor